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HISTORIA DEL OBLEISCO DE SAN ANTONIO

 

El obelisco de San Antonio, ubicado en la actualidad en el centro de la Plaza Miranda, se erigió inicialmente en la plaza Bolívar. Representa un homenaje simbólico a nuestro gran Libertador, con motivo del primer centenario de su natalicio el 24 de julio de 1883.
Ordena su levantamiento el general Marcos Rodríguez, gobernador de la entonces sección del Táchira, mediante decreto expedido en el mes de febrero de 1883.
Esta constituido, el monumento en referencia, de piedra labrada obtenida en una mínima existente en el mismo municipio. Consta de tres cuerpos que representa alegóricamente a los países que hasta 1830 constituyeron la Republica de la Gran Colombia, como lo fueron Venezuela, Nueva Granada y Ecuador.

Su altura alcanza los trece metros y forma parte de los atributos que identifican el quehacer histórico de los Sanantonienses.
Impertérrito permaneció el obelisco a través de los tiempos, siendo testigo mudo de aventuras amorosas en los escaños de la plaza Bolívar, disfrutando de las recetas domingueras de la Banda Municipal.
En su alrededor se encontraban maestros y estudiantes, en las celebraciones de las fechas patrias, muchos discursos le correspondió soportar por esta circunstancia, algunos de poco entendimiento en su pronunciación, casos de Don Juan de Dios Muñoz y Don Pedro R Páez. Debido a sus dentaduras postizas.
Los turistas ocasionales les gustaban tomarse fotos junto al obelisco.


Allá por la década de 1950.1960, sin previo aviso a la comunidad, así como lo hicieron con el puente Bolívar, como viejo tronco, el obelisco fue arrancado de un tajo e iba a ser desechado, pero personas que amaban los monumentos históricos del San Antonio de aquel entonces, intercedieron y el obelisco fue trasladado hacia la plaza Miranda.
El Por qué habían quitado el obelisco del parque Bolívar, pues había sido debido a que en lugar del viejo obelisco, iba a ser ocupado por una estatua del libertador, donada por la Junta Militar de Gobierno de los estados unidos de Venezuela.
Pero, a las autoridades de la época, su actuación en contra del viejo obelisco jugo en su contra ¿Por qué?
Al viejo obelisco lo quitaron para colocar una nueva y hermosa estatua del Libertador, pero la estatua que venía para San Antonio les pareció muy hermosa a las autoridades de San Cristóbal y decidieron quedarse con la estatua que hoy es la que está actualmente en la plaza Bolívar de San Cristóbal y en su lugar mandaron otra que fue la que estuvo en el parque Bolívar hasta mediados del 2000, cuando es trasladada al parque confraternidad y el hermoso Bolívar a caballo que se encentraba en el parque confraternidad es trasladado hacia el remodelado parque Bolívar.


En fin, siempre ha predominado la belleza y el lujo de escultores extranjeros, de estatuas de bronce y rostros de Bolívar más europeos que venezolanos en dichas estatuas.
El viejo Obelisco, construido por manos venezolanas, con piedra de las canteras de nuestro propio Municipio, sigue allí, contra la intemperie, contra los años que corren en contra suya, contra la desidia de aquellos que rayan sus bloques de piedra esculpiendo nombres, fechas, corazones, en fin toda clase de disparates que van poco a poco a acabando a nuestro viejo pero hermosos obelisco, mugre, bolsas sucias, estiércol, es tanta la decidía a la que es sometido el obelisco que personas lo toman de guardería de mercado.
En otras partes del mundo, este obelisco estaría restringido para el público con barandas, para conservarle a través de los años.
El obelisco se acaba, sus bloques están agrietados, se desmorona poco a poco ante nuestros ojos y las autoridades no hacen nada.
Llegará el día en que el obelisco caiga y se estrelle contra el duro concreto que lo rodea en la plaza Miranda, dando fin ante nuestros ojos al más apreciado y a la vez desdichado monumento de nuestra historia Sanantoniense.

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